22/03/2014 – ABC
Este pájaro es considerado un parásito advenedizo por poner sus huevos en los nidos de otras especies, pero han descubierto que también los protege frente a los depredadores. 

El cuco es bien conocido por poner los huevos en nido ajeno, con el propósito de que sean otros los que se tomen el trabajo de incubarlos y criarlos. En muchas ocasiones, cuando nace, el nuevo hermanito expulsa a los demás huevos o polluelos, o monopoliza el alimento, lo que provoca la muerte del resto por inanición. Este comportamiento le ha dado al pájaro una fama terrible: advenedizo, parásito, impostor… hasta el punto de que su nombre se utiliza para designar a las personas pícaras y taimadas. Sin embargo, la estrategia del cuco no siempre es tan nefasta, e incluso puede beneficiar a la supuesta víctima, según describe en la revista Science un equipo internacional liderado por científicos de la Universidad de Oviedo, en colaboración con el CSIC, y la Universidad de Valladolid.

Muchas especies de aves han desarrollado estrategias de defensa contra el cuco, como la capacidad de reconocer y expulsar los huevos. Sin embargo, otras, como es el caso de la corneja negra, no poseen ninguna defensa, por lo que sus nidos pueden ser parasitados con frecuencia. Esto suponía una incógnita para los científicos.

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